Una regla sencilla, Si Prometes, Cumple.
Un clásico cuando hablamos distendidamente: Nos emocionamos y prometemos cosas durante una presentación, que al final nunca llegan.
Cuidar los pequeños detalles es esencial.
Tu audiencia es lo más importante, y hay que tener siempre presente que cada persona cuenta.

Si Prometes, Cumple